De un alcorque a un banco


José Vicente nos dijo que lo trasplantaron hace unos veinte años. Lo mantenían en una maceta y, por su tronco, debería tener más del doble.Casi veinte veces más de lo que, por presupuesto, nos podíamos permitir sacar de un vivero.

Habían plantado otros algarrobos bastante más jóvenes justo al lado y seguramente tuvo que haber bastantes por la zona antes de que se urbanizara a partir de los 50.

Para el trasplante diseñamos un sistema sencillo inspirado en la captación de agua en climas áridos.

Le preparamos un agujero de más de 1,5m de diámetro y un metro de profundidad. Primero echamos una cama de grava de la propia plaza para mejorar un poco el drenaje. Luego echamos unos 30 centímetros de tierra mezclada con abono envolviendo el cepellón, después unos veinte de tierra mezclada con arena y, por último, una capa superficial de 15 centímetros compuesta por grava y restos del anterior hormigonado de la plaza, para conservar mejor la humedad y evitar que se compacte el suelo.

Hace unos meses volvimos y le habían salido nuevas hojas y algunas algarrobas, por lo que suponemos que aguantará unas cuantas décadas más, si es que no lo mueven antes.

Del alcorque sacamos una buena cantidad de escombros de hormigón, arena y piedras de gravas compactadas con cemento. Tuvimos que agregarle nuevo cemento (un poco más de lo que nos hubiera gustado), mezclamos y reutilizamos parte del residuo que habíamos apartado a un lado.

Tras una pequeña armadura, 25 hormigoneras, dos batidoras que se estropearon por el camino, un vibrador para eliminar cualquier burbuja y varias sesiones de arqueología, apareció el banco.



"De un alcorque a un banco" fue una intervención en una de las plazas del barrio Juan XXIII.

Una operación mínima en la que plantamos un árbol y construimos un banco, removiendo y jugando con los materiales bajo un suelo sellado.

Financiado por Proyecto financiado por GVA Conselleria de participación, transparencia, cooperación y calidad democrática y promovido por Arquitectura sin Fronteras-programa Asertos

Fotografías de Andrea Moreno Orts.

Una grada para Secadero


José Vicente nos dijo que lo trasplantaron hace unos veinte años. Lo mantenían en una maceta y, por su tronco, debería tener más del doble.Casi veinte veces más de lo que, por presupuesto, nos podíamos permitir sacar de un vivero.
Habían plantado otros algarrobos bastante más jóvenes justo al lado y seguramente tuvo que haber bastantes por la zona antes de que se urbanizara a partir de los 50.
Para el trasplante diseñamos un sistema sencillo inspirado en la captación de agua en climas áridos.
Le preparamos un agujero de más de 1,5m de diámetro y un metro de profundidad. Primero echamos una cama de grava de la propia plaza para mejorar un poco el drenaje. Luego echamos unos 30 centímetros de tierra mezclada con abono envolviendo el cepellón, después unos veinte de tierra mezclada con arena y, por último, una capa superficial de 15 centímetros compuesta por grava y restos del anterior hormigonado de la plaza, para conservar mejor la humedad y evitar que se compacte el suelo.

Hace unos meses volvimos y le habían salido nuevas hojas y algunas algarrobas, por lo que suponemos que aguantará unas cuantas décadas más, si es que no lo mueven antes.

Del alcorque sacamos una buena cantidad de escombros de hormigón, arena y piedras de gravas compactadas con cemento. Tuvimos que agregarle nuevo cemento (un poco más de lo que nos hubiera gustado), mezclamos y reutilizamos parte del residuo que habíamos apartado a un lado.

Tras una pequeña armadura, 25 hormigoneras, dos batidoras que se estropearon por el camino, un vibrador para eliminar cualquier burbuja y varias sesiones de arqueología, apareció el banco.

"De un alcorque a un banco" fue una intervención en una de las plazas del barrio Juan XXIII.

Una operación mínima en la que plantamos un árbol y construimos un banco, removiendo y jugando con los materiales bajo un suelo sellado.

Financiado por Proyecto financiado por GVA Conselleria de participación, transparencia, cooperación y calidad democrática y promovido por Arquitectura sin Fronteras-programa Asertos

Fotografías de Andrea Moreno Orts.