la hypercueva


La Hyper Cueva ocupa el espacio de un gran retal colectivo. Dentro cabe un paisaje de paja, un anfiteatro, un cultivo de micelio y a veces un playground. Las sábanas, manteles y mantas que antes cubrían pies fríos, discusiones o pesadillas ahora acogen películas, conciertos y encuentros que las vecinas comparten bajo un retal de su vida íntima.

Este espacio escénico se formula bajo la premisa de la circularidad y la confección comunitaria. La Hypercueva fue posible gracias a lxs vecinxs y curiosxs que se sumaron al grupo que lideró AMA Made in Cielo, una asociación ecofeminista de diseño y confección de ropa justa y ecológica encaminado a lograr la autonomía total de mujeres que lo conforman.

Así, a lo largo de dos meses, y muchas jornadas fuimos cosiendo entre todxs un gran telar y deviniendo grupo. Primero fueron jornadas de tres horas todos los jueves aprendiendo a coser. Largo con largo y es el primer día de Rashida, gusano con gusano y ya no cabe la pieza compuesta de sábanas en el local de la Ecocosturoteca, máquinas al maletero del coche y en el Secadero nos inventamos una mesa-máquina móvil. Cuando alzamos la tela por primera vez, el hijo de Rashida dibujaba con la niña de Ginesa, un paisaje de montañas.

¿Cuándo se deja de transformar un espacio? Esto nos preguntamos, sin tenerlo como punto de partida, cuando la hypercueva mutaba su configuración espacial semana a semana sin dejar de ser utilizada. En sus primeros días la hypercueva se yergue como un tipi, en el que lxs niñxs corren y se esconden entre sus pliegues (respira y respira y respira!). Más tarde, el tipi se convierte en carpa y las señoras a su sombra, se abanican: qué calor hace en esta ciudad… Con la llegada de la paja amanece un circo, suena tecno y tres niñas bailan en la cima del graderío. A la semana siguiente plantamos micelio ¡coloniza coloniza coloniza! Y mientras el hongo se extiende, lxs niñxs convierten la grada en tobogán y la hypercueva en un playground. El micelio no nos crece… Y las ovejas acaban por comérselo todo.



La hypercueva acogió un taller de cultivo de micelio impartido por Javier Gutiérrez Jiménez (@Urbandigit), un concierto de rock progresivo de @Fosco, la feria del @moadealicante, una pieza sonora de @carlosizquierdo, la proyección del corto de Benja Fernández.

hypercueva

La Hyper Cueva ocupa el espacio de un gran retal colectivo. Dentro cabe un paisaje de paja, un anfiteatro, un cultivo de micelio y a veces un playground. Las sábanas, manteles y mantas que antes cubrían pies fríos, discusiones o pesadillas ahora acogen películas, conciertos y encuentros que las vecinas comparten bajo un retal de su vida íntima.Este espacio escénico se formula bajo la premisa de la circularidad y la confección comunitaria. La Hypercueva fue posible gracias a lxs vecinxs y curiosxs que se sumaron al grupo que lideró AMA Made in Cielo, una asociación ecofeminista de diseño y confección de ropa justa y ecológica encaminado a lograr la autonomía total de mujeres que lo conforman.Así, a lo largo de dos meses, y muchas jornadas fuimos cosiendo entre todxs un gran telar y deviniendo grupo. Primero fueron jornadas de tres horas todos los jueves aprendiendo a coser. Largo con largo y es el primer día de Rashida, gusano con gusano y ya no cabe la pieza compuesta de sábanas en el local de la Ecocosturoteca, máquinas al maletero del coche y en el Secadero nos inventamos una mesa-máquina móvil. Cuando alzamos la tela por primera vez, el hijo de Rashida dibujaba con la niña de Ginesa, un paisaje de montañas.
¿Cuándo se deja de transformar un espacio? Esto nos preguntamos, sin tenerlo como punto de partida, cuando la hypercueva mutaba su configuración espacial semana a semana sin dejar de ser utilizada. En sus primeros días la hypercueva se yergue como un tipi, en el que lxs niñxs corren y se esconden entre sus pliegues (respira y respira y respira!). Más tarde, el tipi se convierte en carpa y las señoras a su sombra, se abanican: qué calor hace en esta ciudad… Con la llegada de la paja amanece un circo, suena tecno y tres niñas bailan en la cima del graderío. A la semana siguiente plantamos micelio ¡coloniza coloniza coloniza! Y mientras el hongo se extiende, lxs niñxs convierten la grada en tobogán y la hypercueva en un playground. El micelio no nos crece… Y las ovejas acaban por comérselo todo.

















Secadero CC Cigarreras.

julio de 2021

Coordinación: Juanma López, Ana Moure Rosende y Javier Gutiérrez.

Con la colaboración en producción de:
César Fuertes y Rafa Verdú, Inés Miño, Fina Carreño Montoya

Agentes vinculados: AMA Ecocosturoteca, Asociación Proyecto Lázaro y Asociación por el Futuro de la Mujer.

La hypercueva acogió un taller de cultivo de micelio impartido por Javier Gutiérrez Jiménez (@Urbandigit), un concierto de rock progresivo de @Fosco, la feria del @moadealicante, una pieza sonora de @carlosizquierdo, la proyección del corto de Benja Fernández.